Las ocho ya pasadas. Me has apeado en la primera parada. Y mi vida que no mejora, y el tiempo que no para. ¿No ha cambiado nada? No me escuchas, aunque grite. Y puedo trepar a tu ventana… un día y otro día… y tú sigues callado. Entonces me doy cuenta de que para ti no soy nada. Y si soy nada, dime que nada.
Me ha gustado la entrada. Tiene ese algo, que no se sabe lo que es, pero que gusta.
ResponderEliminarNo sé si será de tu misma vida o que se te plantó escribirla, pero tengo que decirte que te ha quedado genial y que me encanta. Es un texto corto, pero expresas mucho en tan pocas palabras :)
Saludos